Las primeras mujeres conductoras de colectivos larga distancia son misioneras y compartieron su experiencia destacando la oportunidad que les dio la empresa

Algunas de las conductoras de colectivos de la empresa Crucero del Norte, contaron su experiencia y cómo ha sido incursionar en un campo ocupado casi exclusivamente por hombres. Ellas son las misioneras Belén Veidovsky, Betiana Thiessen, Iris Martínez y Micaela Rodríguez quienes realizan viajes de larga distancia.

Últimas Noticias 13/06/2023 Calchaqui en el Mundo Calchaqui en el Mundo
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En el mundo del transporte de larga distancia, el papel de las conductoras de colectivos ha sido tradicionalmente poco común. Sin embargo, un grupo de misioneras está rompiendo barreras y desafiando estereotipos en esta industria dominada por hombres.

Entre estas conductoras, destaca Micaela Rodríguez, quien a sus 22 años se ha convertido en la conductora más joven del país. Su determinación y pasión por los vehículos la llevaron a buscar oportunidades en un ámbito que solía ser considerado exclusivo para hombres. A pesar de las dudas y los obstáculos iniciales, Rodríguez no se rindió y finalmente encontró su lugar detrás del volante de un colectivo.

La primera vez que presenté el curriculum, en otra empresa el dueño me dijo: vos pensas que alguien se va a subir al colectivo si sabe que una pendeja como vos está manejando’. Y eso me bajoneó un poco, pero seguí insistiendo en otras empresas», relató Micaela Rodríguez. Su dedicación y habilidad al volante la han convertido en un ejemplo a seguir para otras jóvenes que sueñan con incursionar en el mundo del transporte.

Belen Veidovsky, Betiana Thiessen e Iris Martínez también han dejado su huella en la industria. Estas mujeres decidieron asumir un rol que históricamente ha sido dominado por hombres y han demostrado su talento y profesionalismo al volante.

Con respecto a la entrada a las distintas terminales del país arriba de un colectivo,»algunos todavía se sorprenden cuando nos ven, y se acercan a conocernos a saludar, a conversar y tienen curiosidad», afirmó Belén Veidovsky. Quien además coincide con sus compañeras en decir, que todavía hay gente que las mandan a lavar los platos.

Por su parte, Betiana Thiessen agregó que «hay mujeres que nos dicen, si sabia que manejabas vos no subía al colectivo. Y yo le respondo, usted se dio cuenta en que momento hicimos cambio de chofer?, o ¿le pasó algo?, y ya nos nos dicen nada y se van».

Otra de las cuestiones que deben enfrentar a diario, es que los pasajeros consideran que ellas son azafatas y no conductoras, «una vez me paso que un señor me pidió un vaso de agua, y yo por cortesía le acerque, después me pidió algo más, pero como hicimos cambio de chofer no le pude acercar.

Así que cuando llegamos me dijo: ‘ya vas a saber de mi, voy a poner una queja en la empresa por su mala atención como azafata’, entonces le digo: ‘yo no soy azafata, soy conductora, pero si quiere vaya y quejese’. Y la persona se fue, así que no se si se quejó o no», contó

Mientras que Iris Martínez, es una de las conductores con más antigüedad dentro de la empresa, ingresó a trabajar junto a su pareja hace más de 6 años, y desde entonces comparten todos los viajes larga distancia.

La mujer contó que fue ella quien animó a su esposo a manejar colectivos, «a el no le gustaba mucho la idea de subirse a un colectivo. Antes manejabamos camiones, ahora ya se acostumbró y hasta se volvió rutero. estamos 24/7, somos muy unidos», dijo.

Otro de los puntos, en los que las mujeres han coincidido es en que, «esto no es solo un trabajo, a nosotras nos gusta estar acá»,, dijo una de ellas. a lo que otra agregó, «yo acá me vengo a despejar, estoy en mi mundo. Tengo mi paz

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